Un nuevo tiroteo masivo sacudió esta madrugada Estados
Unidos. Un hombre armado irrumpió el anoche en un club nocturno en Thousand
Oaks, en las afueras de Los Ángeles
(California), que celebraba una fiesta para universitarios, y mató a 12
personas.
Entre las víctimas mortales figura el sheriff adjunto
que se enfrentó al agresor en el local. El autor de la masacre también fue
encontrado muerto dentro del establecimiento.
Esta matanza se produce tan solo dos semanas después
de que un ultra acabara con la vida de 11 personas en una sinagoga de Pittsbugh
(Pensilvania).
Algunos testigos contaron a las cadenas de televisión
locales que el presunto asesino era un hombre alto que entró en el bar cubierto
con una capucha negra, según Associated Press. Tras irrumpir en el Borderline
Bar & Grill, un local de estilo country, sobre las once y media de la
noche, abrió fuego contra los clientes del local.
Primero disparó a la persona que trabajaba en la
puerta y luego fue acribillando a los clientes que se encontraban al interior
de forma aparentemente aleatoria. El sujeto fue identificado como Ian Long, de
29 años.
"Le vi entrar (...) y comenzó a disparar", ha
explicado Mitchell Hunter, de 19 años, que ha descrito al tirador como un
hombre de piel clara y pelo oscuro, según la información recogida por agencias.
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